viernes, 15 de julio de 2011

Otro puto blog

   Dicen los que dicen que saben que sacar fuera los cabreos, las angustias y los odios es muy sano y muy correcto. Yo, que digo que los que dicen que saben deben de saber lo que dicen, voy a hacerles caso. Ya está bien de criticar a los bloggeros por la insustancialidad de sus posts, por colaborar en la mergesse  (la merdesse) de la sobreinformación, la instantaneidad y la falta de criterio. Voy a sumarme a ellos. Voy a amontonar mi voz con todas esas voces, a menudo anodinas (como la mía, claro) y tantas veces entregadas a la egolatría, el exhibicionismo, el opinionismo (en cualquiera de sus variantes, desde el opinionismo-leninismo hasta el opinionismo-neoliberal, pasando por el horterismo-opinionismo, rama ayerdescubríelpostmodernismo.com) y la pedantería. Ya los he  criticado en clases, cafés, bares de diferentes pelajes, restaurantes con pretensiones, trenes de alta y baja velocidad y por lo menos treinta cumpleaños infantiles. Ahora toca estar del otro lado. Malgastar esa prosa finísima que incubaba para futuras genialidades en tonterías sin enjundia, en los asuntos banales del día, en señalar con el dedo lo que me molesta como si a alguien más le importara. Las razones de este cambio, que me han traído hasta la red, son sólo dos y muy simples:
-hasta yo soy capaz de vislumbrar que la prosa finísima que incubaba no desembocará en genialidad alguna, que me está vedada, con lo que me quedaban dos opciones: sacarla a pasear en alguna tontuna como ésta o meterme mi prosa por el culo de escritor frustrado y pretencioso que me adorna.
-los que dicen que saben no auguran nada bueno a los cascarrabias, quisquillosos, pesimistas y malencarados. Nos amenaza el infarto, la úlcera y la risoterapia (¡y hasta ahí podíamos llegar!). Así que se acabó de torturar a mi chica o a mis amigos con mis quejas o de guardarme los cabreos. Para eso está este blog, regardelagilipollua, para devolverme una salud que nunca tuve. No hay más que ver las fotos de Javier Marías, lozano y satisfecho, para darse cuenta de que este tipo de terapia funciona. Además, como esto no es la última página del EPS, apenas cuatro gatos sabrán de mi mal carácter y mi falta de adaptación "a los tiempos que corren" (¿hay acaso otros tiempos? ¿los hay que reptan? ¿los de Marías levitan?). Vaya, que me voy a quedar nuevo. Un abrazo a todos, y, como diría Rubianes, a cagar a la playa.

2 comentarios:

  1. ¡Qué día más bonito elegiste para empezar tu puto blog! El día de mi cumpleaños. Por cierto, los tiempos no siempre corren, ¿o es que tú no has oído a nadie decir que el tiempo vuela? Ah, pero este tiempo es singular, ahora que caigo.
    Me parto.

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  2. De haberlo sabido habría incluido una felicitación, Ángela. Lo cortés no quita lo cascarrabias, o mejor, al revés. Un abrazo.

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