lunes, 19 de diciembre de 2011

El año que vivimos peligrosamente (I)


1. 2011 no ha estado tan mal. No era 2012. Eso hay que reconocérselo a  2011. Nos parecía chungo, pero no era 2012.

2. Si 2012 es como lo anuncian, deberíamos saltar directamente a 2013,  a ver si así...

3. Este invierno no nos pueden distraer ni con la ola de frío, que sigue sin llegar. Al menos han podido llenar un par de telediarios con el viento, pero el frío viene todo de las tijeras premonitorias de De Cospedal. Nada atmosférico.

4. Yo soy de los que a los amigos les decía que qué más da, que los medios solo responden a intereses empresariales y que por suerte cada vez más gente usa Internet. Ahora, con CNN+ desaparecida, Cuatro como una pústula más de Tele5, la Sexta comprada por Antena3 y TVE a punto de ser entregada a los Urdacis del pasado o del futuro, empiezo a llamar a los amigos para pedirles perdón y ofrecerme a recorrer las calles con teletipos en la mano que contradigan la realidad televisiva. Eso sí, que me pongan estufas de esas de las terrazas, por si arrecia la ola de frío (lo llamaremos, en adelante Frío Cospedal, que es como el frío glacial, pero a lo bestia).

5. Hace unos 15 años me llamaba la atención la estulticia de los noticiarios norteamericanos, pero, tontorrón como (ya) era, lo que más me horrorizaba era su formato: la acumulación frenética de imágenes sin noticia detrás, el titular baldío, el susto continuo al ciudadano, la banalidad hecha espectáculo diario, ninguna información superando los 30 segundos. Era (ya) joven e inocente, así que creí que aquello (como los centros comerciales clonados llenos de multisalas donde las hordas de consumidores echaban días enteros) tardaría en llegar aquí, a la vieja y politizada Europa. Un vidente como la copa de un pino, un servidor. Por suerte, Rappel había marcado una senda estética que yo no me sentía capaz de seguir, y seguí con mi trabajo diurno pese a la seguridad que tenía en la exactitud de mis predicciones. Por suerte. Por si hiciera falta, tengo que decir que los EUA tenían muchas cosas que me parecían dignas de imitarse, pero no imitamos ninguna. De las otras, casi todas. Un día de estos les hago una lista. En cuanto Hilario Pino ejerza de periodista, o se ondule la melena. Lo primero que pase.


6. Las televisiones se niegan a dar imágenes por un acto clarísimo de autocensura, pero parece confirmado que los elfos de Santa Claus tienen todos minicontratos sellados por la CEOE, lo que les obliga a vivir con cuatrocientos euros en una sociedad como la lapona, con un nivel de vida altísimo. Se dan numerosos casos de alcoholismo élfico, así como de sospechosas conductas asociativas, que algunos medios han vinculado ya a los sabotajes del espíritu navideño que se vienen repitiendo en los últimos días. Mientras tanto, su líder sindical, Oberón, continúa en paradero desconocido. De los renos que no sufrieron los efectos del último ERE se dice que, seguros de que pronto llegará el copago veterinario, están buscando una salida en una fundación con mucho ánimo de lucro -con o sin duque, lo que surja- o en un concurso de telerrealidad que les abra las portadas del Interviu-edición Rovaniemi. Rudolph, de momento, ya se ha operado los pechos.

7. Para que esta primera entrega de fin de año no acabe en alarmismo, me despido con la mejor metáfora-propuesta que he escuchado hasta ahora de entre los millones y millones de comentarios y análisis de la situación de estos años. La del incomparable Santiago Auserón (qué buen disco Río Negro, qué buena mezcla de diversión y sutileza, de mirlos y dientes de oro) que resume bien lo que cabe hacer después de esta tormenta (qué mas da que la escribiera a partir del Katrina, encaja perfectamente también ahora) si, como parece,  arrasa todo lo que habíamos creído acumular, dejándonos descalzos:
El río llegó a mi puerta
Sin pedir permiso entró
Cargó con todas mis cosas y luego
Las abandonó
Pies en el barro
Nada que perder
Voy a andar paso a paso sin correr
Pies en el barro
Lo más sensato es
Olvidar los zapatos que compré
Casas, jardines, deseos
Sueños de los hombres son
Cartas escritas en tinta que el agua
De lluvia borró
Pies en el barro
Nada que perder
Voy a andar paso a paso sin correr
Pies en el barro
Lo más sensato es
Olvidar los zapatos que compré

http://www.myspace.com/juan-perro/music/songs/pies-en-el-barro-52670076

4 comentarios:

  1. Sobre la ingenuidad de pensar que la mal llamada globalización (salvo en lo financiero, aunque prefiero el término 'Capitalismo Gore') cultural, en realidad americanización USA no llegaría aquí te recomiendo los ensayos de Tohomas Frank y en especial el titulado "Qué pasa con Kansas?" donde explica por qué son tan reaccionarios en los sitios pequeños de Estados Unidos y además anticipa la que se nos viene encima

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  2. Lansky, seguiré la pista que me das. No es que la globalización o la invasión del capitalismo gore y su cultura me pillaran de sorpresa. Ya estaban aquí cuando me fui -un par de años, solo- a EUA. Pero tonto de mí pensé que ciertas costumbres y los medios de comunicación resistirían algo más la avalancha. Me equivocaba, claro.
    Se me antoja que la pérdida de formatos como la entrevista (no se puede considerar tal el intercambio rápido de réplicas supuestamente graciosas y chascarrillos que llevan haciendo 30 años en las teles americanas, y aquí más de diez, como si fuéramos tarados incapaces de mantener la atención en algo mínimamente largo y profundo), el análisis, incluso las noticias bien dadas (no la espectacularización de la información que sufrimos)es más grave de lo que parece: significa una retracción del periodismo, del pensamiento y el entretenimiento de calidad a espacios donde no accede la mayoría.

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  3. Sólo hay una periodista en la Tele (en la 1) que hace entrevistas bien y cuando no la contestan lo que prgunta, lo indica al entrevistado y le vuelve a hacer la pregunta: Ana Pastor; la echaran ahora, supongo

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  4. Ay, Lansky, como ya decía hace unas entradas : ¿también nos tienen que quitar a Ana Pastor? ¿no les basta con llevarse el estado del bienestar?

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